El Pin Parental protagoniza titulares y discusiones tiroteadas a golpe de tuit estas semanas. En este artículo, Paco Barea y Gloria Palomo, del C.E.I.P. Malala en Mairena del Aljarafe (Sevilla) y vinculados a la Red de Educadoras y Educadores para la Ciudadanía Global, exponen con la sofisticación de las miradas que viven su cotidianeidad en un centro educativo, el porqué de la inutilidad del veto en su escuela:
Nuestro centro cree en el alumnado, cree en sus familias y cree en la mejora de la sociedad. Por este motivo, entre otros, nuestro proyecto educativo está cimentado sobre el Aprendizaje Servicio (ApS). Y lo hacemos dando entrada al centro a las familias y a las entidades sociales que trabajan por la mejora de la sociedad. De esta manera damos a nuestro alumnado la oportunidad de conocer a las personas más comprometidas con la mejora de la sociedad, y a la sociedad la oportunidad de que conozca las soluciones para sus problemas que da la mirada de los niños y las niñas.
Las familias participan de la totalidad de este proceso colaborando con el profesorado y los agentes externos en todas las fases de los proyectos: desde el diseño hasta la evaluación, siendo pieza fundamental en la resolución de los compromisos que adquirimos para el servicio a la comunidad.
De esta manera, las familias no tienen motivo para la desconfianza y por supuesto, tampoco para un veto parental.
Adoctrinar, es enseñar los principios de una determinada creencia o doctrina, especialmente con la intención de ganar partidarios. En nuestra escuela no se adoctrina, porque cuando enseñamos no tenemos la intención de que el alumnado se haga partidario de ninguna ideología, sino más bien de que tenga la posibilidad de ver la realidad, analizarla, reflexionar sobre lo que descubre y decidir cómo resolver los problemas de la sociedad que le va a tocar vivir.
Creemos que para este objetivo tenemos que ofrecerles dos instrumentos:
El Aprendizaje-Servicio y la Educación para la Ciudadanía Global.
El Aprendizaje Servicio es aprender haciendo un servicio a la comunidad y la Educación para la Ciudadanía Global es un proceso para generar conciencias críticas y hacer a cada persona responsable y activa, con el fin de construir una nueva sociedad comprometida con la solidaridad.
Sería una irresponsabilidad de la generación adulta ocultarles los problemas que nuestra generación les deja como herencia sin darles la oportunidad de construir un mundo desde la limpieza de su mirada para que den una respuesta ética a los problemas que se van a encontrar.
Creemos que esta es la posición más respetuosa y efectiva con la educación de los niños y niñas. Y para esto no necesitamos familias que veten el conocimiento de la realidad, sino familias que cooperen con la escuela para que entre las dos instituciones: familia y escuela, escuela y familia, ayudemos a los niños y niñas a construir un nuevo mundo equitativo y sostenible.
Educar desde la confianza, educar superando nuestros miedos, sin pretender ganar adeptos y teniendo muy claro que nuestro alumnado tendrá que construir su propio criterio más allá de la familia y de la Escuela. En esto consiste el crecimiento personal y solo nos queda confiar en haber sido una guía para que cada uno de ellos y de ellas elija su propio camino habiendo desarrollado un pensamiento crítico, con la capacidad objetiva de entender la realidad que les rodea, sin miedo a compartir lo que piensa y lo que siente y con la llama encendida de luchar por un mundo mejor.
Autoría de Francisco Barea Durán y Gloria Palomo García, C.E.I.P. Malala, Mairena del Aljarafe (Sevilla).